viernes, enero 12, 2007

Qué pena me da esta España

Zapatero y Rajoy, dos hombres tranquilos arrastrados por sus malos consejeros hacia un clima de crispación
Somos el país más ridículo del mundo. Somos un país de resentidos, de irresponsables, de animales cegados por la falta de razón. Siempre lo hemos sido y dudo mucho que dejemos de serlo. Pensar con la cabeza fría no es lo nuestro. Pensar en el interés general, ¿para qué? No, todo lo resolvemos a lo grande, magnificando y exagerando hasta salir a ostias, esa palabra tan española y que tanto nos caracteriza. Y, mientras, el enemigo real, el que nos mata y nos priva de libertad, el que nos extorsiona y se ríe de nosotros, se regocija de ver lo ridículos que somos. Se frotan las manos y se carcajean al ver cómo nos confundimos de adversario y aprovechamos cualquier contratiempo para hacer sangre política a costa de la estabilidad de este país. Eso es lo que quieren y eso es lo que les estamos dando. ¿Estáis contentos? Qué pena me da esta España.

La guerra de las pancartas me ha hecho explotar. Estoy harto de los dichosos lemas y de las dichosas manifestaciones y contramanifestaciones. Que sí acudo, que no acudo, que si tú vas yo no voy, si él va me lo pienso y a quien no venga le que le den. De seguir así acabarán obligándonos a tener un lema propio para participar en las protestas contra los asesinos etarras. “¿Cuál es el tuyo?” “¿Mi qué?” “Tu lema, hombre”. “¿Mi lema? No sé, yo vengo aquí para mostrar mi indignación con los terroristas” “Ah, pues eso sólo no vale, tienes que elegir entre paz, diálogo, vida, libertad, legalidad, fraternidad, armonía, dimisión, unidad, rosas blancas o rojas,... y luego, si quieres, contra el terrorismo". Repito, qué pena me da esta España.

Mañana iré a la manifestación de Madrid para gritarle a los terroristas que no les queremos, que sentimos repulsa hacia ellos y que las bombas no nos van a amedrentar. ¿Mi lema? Está claro. Contra el terrorismo. Y lo demás, ¿qué mas da? ¿Libertad? Pues claro. ¿Unidad? También. ¿Paz? Faltaba más. Corro el riesgo de que una parte de los españoles, esos que se contramanifestarán no muy tarde para pedir la dimisión de Zapatero, la verdad sobre el 11-M y el olvido de la memoria histórica, me tachen de mal ciudadano y de enemigo de las libertades. Aún así, iré. ¡Van a venir ellos a dar lecciones de ciudadanía! Libertad, ¿recordáis? Peor ciudadano es el que antepone su odio ideológico a la protesta contra el enemigo común. Esa es parte de la España que me da pena.

¿A qué estamos jugando? Me apena comprobar que los terroristas han conseguido su obejtivo: nos han separado. El terrorismo de estos degenerados antisistema busca desestabilizar al Estado al que considera su enemigo, y qué mejor forma de romper el equilibrio que sembrando la discordia en la sociedad. El caso es que esta vez se lo hemos puesto fácil. Una bomba y ya está, todos como locos errando el tiro. Estamos donde estamos gracias a los partidos de mierda (resumamos con el PSOE y el PP), los políticos irresponsables (con perlas de Rajoy y Zapatero), las organizaciones manipuladas o manipuladoras (léase sindicatos y la maestra AVT) y los periodistas sedientos de sangre (todos, todos, y más). Estamos en el odio insensato y la división programada.

El bucle de crispación al que asistimos ha llegado a límites que hace un par de años, dentro de nuestra ingenuidad, no esperábamos. Ni siquiera hay un acuerdo para manifestarse contra el terrorismo todos juntos. Lo que empezó como un juego de estrategia política ha dejado de tener gracia. Cuando se tocan los sentimientos de los ciudadanos con burdas manipulaciones y temores infundados se entra en la peligrosa dinámica del enfrentamiento visceral. Al final, todos tendrán que dar explicaciones. En su momento.

2 comentarios:

Nando Rico dijo...

COmo siempre, Mario, suscribo todas y cada una de tus palabras. Tenemos a los peores polícos del mundo, y para postre la gente se deja manipular y se radicaliza hasta límites que hace poco no siquiera se atisbaban -especialmente si escuchan a Losantos-.
Todos son igual de malos, pero tienen algo en común: parecen estar dispuestos a todo por conseguir el poder -sí, los partidos de mierda que nos 'representan' atodos los ciudadanos-.
Dos años atrás era imposible pensar que el terrorismo fuera en elemento desestabilizador en este país. Si algo nos han enseñado las bombas y los muertos es que debemos estar unidos para vencerles.
Como sabes, yo también iré a la 'manifa', pero para decirle a ETA que ya estamos hasta los cojones de ellos y que sus bombas no son el camino, no para apoyar a unos u otros. Y que haya gente que no acuda a esta manifestación contra los enemigos de TODOS por una u otra palabra en el lema es para echarse a llorar.

LUIS dijo...

Mas que ridiculos tendrias que decir inocentes sino basta con conocer lo que hicieron once cordobeses argentinos en tu pais que se robaron todo y la guardia civil no sabia como lidiar con ellos y tuvieron que pedir ayuda la policia de cordoba de argentina. al menos ustedes no viven rodeados de ellos