Comprobado: en internet hay futuro (y IV)

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7. INTERNET ACABA CON EL CONCEPTO DE AUDIENCIA PASIVA:

Desde el nacimiento de los medios, los ciudadanos han necesitado de su presencia para acceder a la información. La opinión pública se formaba en función de la agenda que marcaban los medios, ya que la sociedad no disponía de los instrumentos necesarios para difundir su propia visión de la realidad. Así, los periodistas asumieron el papel de intermediarios entre los hechos y los ciudadanos, por lo que su labor se convirtió en imprescindible para conocer lo que pasaba. En definitiva, la sociedad necesitaba a los periodistas. Pero esta relación ha sufrido una modificación radical con la introducción de internet. La audiencia ya no es un simple consumidor pasivo de información porque ahora tiene la oportunidad de escoger entre un amplio surtido de productos comunicativos (saturación de información), puede personalizar los contenidos que le interesan (información a la carta), tiene la posibilidad de marcar su propio camino a la hora de informarse (hipertexto) e incluso puede convertirse en comunicador (mediante la edición de un blog). El asesor de Vocento y autor del blog Periodistas 21, Juan Varela, explicó este fenómeno de la siguiente manera: "Se ha producido una revolución del consumo de medios, ya que la gente elige el momento en que consume y qué producto consume". Por tanto, los periodistas debemos tener presente el nuevo lugar que ocupamos entre las necesidades de nuestro público e idear alternativas que nos permitan hacernos un hueco en este escenario.

8. QUIEN NO SE ARRIESGA NO TRIUNFA:

Sin duda, la conferencia más productiva del Sicarm 2006, en su apartado de periodismo digital, fue la protagonizada por el decano de la Facultad de Comunicación de la UCAM, Arturo Merayo. El valor de su alocución reside en la inyección de optimismo que imprimió a los asistentes al acto, algo de lo que estamos muy necesitados en esta profesión, invadida por el fatalismo, el victimismo y la resignación frente a la crisis por la que atravesamos. Su discurso se basó en presentar las alternativas de trabajo que brinda internet, mostrando un amplio repertorio de salidas que pueden ser aprovechadas por los profesionales, no sólo para consolidar su carrera laboral, sino también para dar un giro al patético periodismo que hacemos en la actualidad. Entre ellas, propuso la creación de medios digitales, la apertura de radios adaptadas a internet, el lanzamiento de productos multimedia,... Ante todo, quedó claro que internet está abierto a la innovación y al desarrollo de proyectos, puesto que es un medio que todavía está por inventar. Además, la inversión para sacar adelante una buena idea es mínima, con lo que el futuro se abre para aquellos que tengan iniciativa y una actitud emprendedora. "Quien no se arriesga no triunfa", repitió Merayo en varias ocasiones. Y no le faltaba razón.

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Comprobado: en internet hay futuro (III)

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5. EN LAS FACULTADES DE PERIODISMO SOBRAN 'DINOSAURIOS TECNOLÓGICOS':

La Universidad tiene mucho que decir en el debate sobre el periodismo que se avecina con internet. El problema es que no dice nada. La formación universitaria es la base del recorrido profesional de una persona, por lo que estas instituciones educativas deben ofrecer un servicio de conocimientos integrales que sean acordes al panorama que se va a encontrar el estudiante en su salida al terreno laboral. Y aquí las facultades de Periodismo cometen un gran fallo: todavía no han sabido adaptar los planes de estudio a la nueva realidad que se abre con la tecnología digital. "Las facultades siguen aferradas a programas desfasados", defendió Koldo Meso, profesor de la Universidad del País Vasco. El problema es que las universidades todavía no han acometido el necesario relevo generacional que le está pidiendo la sociedad, ya que mientras la tecnología avanza a marchas forzadas, los académicos más veteranos se han quedado anclados en la mentalidad del manuscrito. Esto provoca un vacío de conocimientos en el futuro profesional, que sale de la carrera sin conocer las rutinas del nuevo medio. De ahí que los estudiantes de periodismo no conozcan las posibilidades que brinda internet como salida profesional, a pesar de que, según Meso, "los empresarios buscan el tecno-informador, un periodista que piensa en la información como una unidad multimedia". Sin duda, el periodista tiene la obligación de aprender a manejar las TIC.

6. LAS SALAS DE PRENSA VIRTUALES SON OTRO INSTRUMENTO DE INTOXICACIÓN:

Por definición, los gabinetes de prensa son los grandes enemigos de la independencia periodística. Esos órganos de las empresas, a los que acudimos cuando queremos obtener alguna información corporativa o que vienen a nosotros cuando quieren salir en los papeles, no son más que un instrumento de intoxicación que adormece la capacidad crítica de los periodistas. Por si la irrupción en masa de estos departamentos de comunicación empresarial no hizo bastante daño a la profesión, ahora ha llegado una nueva amenaza, más letal todavía: las salas de prensa virtuales. Los gabinetes se han modernizado y aprovechan las nuevas tecnologías para acercar más todavía su información interesada a los medios de comunicación, al mismo tiempo que evitan el trato personal y las consiguientes preguntas incómodas que tanto cuesta responder en persona. Así pues, los responsables de comunicación se parapetan detrás del correo electrónico, de esa petición incómoda que nunca llega a responderse. Y, para colmo, muchas empresas han sustituido el teléfono por el email como forma de contacto entre los medios y ellas. Sin embargo, eso sí, hay que alabar a las corporaciones que añaden informes y cuentas de resultados en sus páginas web. Las deficiencias de las salas de prensa virtuales fueron puestas en evidencia por el director de Comunicación de Microsoft, Carlos de la Iglesia, y el editor de la Virtual Press Room de IBM, Miguel Ruiz de Valbuena. Su intención era demostrar las ventajas de estos instrumentos ("intentamos ganar tiempo para la relación personal con el periodista, por ello la sala de prensa es útil como canal complementario"), pero los periodistas que actuaban de público no se dejaron engañar.

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Comprobado: en internet hay futuro (II)

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3. LA RED FACILITA EL LANZAMIENTO DE PRODUCTOS MULTIMEDIA

Hasta hace poco leíamos el periódico en papel, veíamos la tele a través del televisor y escuchábamos la radio mediante el transistor. Pero ahora hemos tenido que hacer una revisión a nuestros hábitos de consumo de medios, puesto que el desarrollo de las nuevas tecnologías y de las telecomunicaciones ha posibilitado la integración de todos estos soportes en una única plataforma. Con internet, las empresas periodísticas tienen la oportunidad de ofrecer contenidos tanto escritos como audiovisuales, con lo que el producto final obtiene un valor añadido para el público. En el panorama digital español, el ejemplo más paradigmático de medio que ha sabido aprovechar los contenidos multimedia es elmundo.es, reconocido mundialmente por sus infografías y contenidos visuales. Pero hay más medios que siguen sus pasos. Es el caso de abc.es, que ha ejecutado en la última semana un cambio en el diseño de su página, en el que la fotografía ocupa un lugar esencial. No introduce videos, ni audios, pero ya es un avance. El director de la edición digital del diario de Vocento, Roberto de Celis, anunció que los próximos pasos irán encaminados hacia esta integración de soportes: "La estrategia es entender internet como un soporte multimedia", ya que "lo audiovisual e internet es la tendencia que marca el periodismo del futuro".

4. HAY BLOGS QUE SON PERIODISMO Y OTROS QUE NO LO SON. PUNTO.

Entre la concurrencia de las jornadas del Sicarm se pudo percibir un cierto cansancio hacia la típica pregunta de estos encuentros: ¿Los blogs son periodismo? Al principio la cuestión tenía su miga, puesto que daba pie al debate sobre el nacimiento de nuevas formas de hacer periodismo. Pero ahora parece que hemos llegado a un consenso, y hemos encontrado ya una respuesta que nace de la pura lógica: los 'bloggers' que utilizan técnicas periodísticas y se rigen por los valores de la profesión hacen periodismo; los que no cumplen con estos requisitos no hacen periodismo. Así de fácil. Hay blogs mejores que los medios tradicionales y otros que son un mero diario personal, un compendio de reflexiones o cualquier otra cosa. Unos no son mejores que otros, simplemente unos hacen periodismo y otros se decidan a otros menesteres. Sobre el fenómeno blog debatieron el periodista pluriempleado Ramón Cendoya y el responsable de internet de Informativos Telecinco Fernando Morales. El primero explicó el desarrollo de este medio/género haciendo alusión al periodismo ciudadano: "El periodista que todos llevamos dentro encuentra su espacio en los blogs". Por su parte, el segundo destacó que los blogs "han acabado con la exclusividad de informar de los medios". En definitiva, también hay un consenso en que la aparición de los blogs favorece que todos nos convirtamos en informantes. Otra cosa es que nos convirtamos en periodistas.

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Comprobado: en internet hay futuro (I)

¿Alguien duda todavía que internet es el futuro del periodismo? ¿Hay algún iluso que siga pensando que los agarrotados medios tradicionales continuarán haciendo sombra al periodismo digital de por vida? Si la respuesta es 'sí', no hace falta que continúes leyendo, no vas a encontrar nada que te interese a continuación. Si, por el contrario, has contestado que 'no', sigue leyendo y podrás enterarte de los debates que surgieron al respecto del periodismo en la red durante el VI Foro Anual de la Sociedad de la Información (Sicarm). Con el Centro de Congresos de Murcia como escenario, una mayoría de estudiantes y profesores de Periodismo como audiencia, y representantes de los más diversos campos de la profesión como ponentes, el evento sirvió de punto de encuentro para compartir ideas acerca de cómo debemos adaptar la profesión a las nuevas tecnologías digitales. Para ser crítico (mejor dicho, realista), en muchas ocasiones se aportó más de lo mismo,... aunque también hubo debates interesantes. Mejor hablamos de esto último, ¿no? Pues allá va:


1. LOS GRANDES MEDIOS TIENEN MIEDO A LANZARSE A INTERNET:

Si echamos un vistazo a las páginas web de los medios que también ofrecen su producto en otros formatos, ya sean audiovisuales o escritos, podemos observar que la gran mayoría de ellos no ofrecen nada distinto, no tienen contenidos propios, abusan de la información de agencias, se limitan a volcar las noticias sin adaptarlas al entorno digital y utilizan su presencia en la red como un simple escaparate publicitario de su propio medio. En definitiva, los medios tradicionales no tienen iniciativa, están anquilosados en su trasnochada manera de informar y de ahí no los saques, que se asustan. "Hay una resistencia de las empresas periodísticas a explotar las posibilidades de las TIC [nuevas tecnologías de la información, para entendernos]". Es lo que piensa el director de comunicación del organismo público Red.es, Juan Manuel Zafra, quien alertó de que la formación en entornos TIC es un requisito para no perder el tren del futuro. Un consejo muy viejo: renovarse o morir.


2. LA PUBLICIDAD EN INTERNET ES UNA TENDENCIA AL ALZA:

El principal temor de los medios tradicionales a innovar en la red procede del escaso desarrollo que la publicidad tiene en el soporte virtual, y todos sabemos que si no hay publicidad no hay ingresos y si no hay ingresos no hay periodismo que valga. Sin embargo, hay varios datos que dan lugar a albergar la esperanza de que el sector publicitario se va a lanzar a conquistar internet en los próximos años. Los anunciantes ya están diseñando estrategias publicitarias centradas en utilizar las posibilidades de internet (animación, multimedialidad, interactividad,...), y esto ha servido a DobleYou, una compañía exclusiva de internet, a lograr el galardón a mejor agencia publicitaria del año en el XVIII Festival de la Publicidad de San Sebastián. Otro dato más alentador: en Estados Unidos (y ya sabemos todos que allí es donde se marcan las tendencias que luego importamos los europeos) los ingresos por publicidad en internet ya superan a los de la radio. Por cierto, que esta última curiosidad es lo poco que se pudo sacar de la conferencia que impartieron el director de La Verdad en Murcia, José María Esteban; y el gerente de contenidos de laverdad.es, Juan Diego Sastre. Algo es algo. Al menos dieron la esperanza de que el periodismo en internet puede ser rentable.

(Iré comentando el resto de conferencias en los próximos días...)

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El paraíso de los privilegiados

Después de pasar el jet-lag y de descansar tras nueve días sin tregua se puede decir que he vuelto a la realidad. La rutina volverá a despertarme cada día, seré de nuevo esclavo del reloj y las responsabilidades comenzarán otra vez a masacrar mis nervios. Es el gran inconveniente de ser occidental, de pertenecer a una civilización que antepone el éxito y el sacrificio a los pequeños detalles de la vida, aquellos que en realidad nos hacen felices.

Antes de llegar a la República Dominicana imaginaba aquellas tierras caribeñas como un país empobrecido en el que sus gentes eran arrastradas hacia la miseria. Me aconsejaban no salir del hotel: “Aquello seguro que da mucha pena”, “te van a robar porque pasan mucha hambre”. Pero poco tiempo después de poner los pies en su suelo, rodeado de cocoteros, selva y mar, observé que esos prejuicios no eran del todo ciertos. Sí, los dominicanos son gente pobre, no tienen nuestros lujos y no se pueden permitir los caprichos de los que disfrutamos los occidentales. Pero eso no les impide ser felices. De hecho, su falta de lujos innecesarios les convierte en unos privilegiados. No tienen aspiraciones elevadas en la vida, su única meta es vivir.

Su expresión les delata. Su manera de sonreír contrasta con su precaria situación económica. Bailan, ríen, te brindan su hospitalidad a cambio de un simple regalo, y bailan y ríen, y no paran de sonreír, te tratan como a un amigo desde el momento en el que le das algo de cariño, y mientras, siguen bailando. Y te contagian su entusiasmo. Es imposible salir de allí sin una sonrisa en la boca, la misma con la que te obsequian los niños al saludarte desde sus casas de chapa y madera, los jóvenes al mirarte mientras siguen apoyados en un muro y los mayores que se agrupan en sillas de plástico para conversar.

La falta de trabajo es lo primero que llama la atención al pisar suelo dominicano. Da la impresión de que allí nadie tiene una ocupación, de que las horas pasan sin que el estrés ataque a los nervios de la gente. Su estilo de vida y el nuestro está separado por un abismo. El famoso “me estás estresando” no es un mito, es una realidad, es una forma de encarar la existencia que les otorga la felicidad, aunque en ocasiones llegue a ser desesperante para nuestra mentalidad occidental. Es contagioso: en cuanto les escuchas decirte “no hay prisa, disfruta de la vida” comprendes que Occidente ha seguido el camino equivocado y que nuestra visión de la situación en los países subdesarrollados merece una revisión.

El dinero no da la felicidad. Exacto. De hecho, nuestro afán por el dinero nos quita el gozo de esos momentos pequeños. ¿Por qué el nivel de vida se mide en función de la riqueza económica? ¿Por qué ansiamos la superación profesional y dejamos de lado la personal? ¿Acaso nuestros dólares y euros nos hacen sonreír? ¿Y nuestros ordenadores, ropa de marca y potentes coches? Mientras, ellos subsisten con sus plantaciones o sus comercios para turistas, un modo de vida que les permite ganar algo de tiempo libre para compartir su existencia con sus “compadres”, “sus negras” y “sus machos”. Una vida social que ya quisiéramos tener en nuestras ajetreadas latitudes.

Es muy fácil decir todo esto en mi “privilegiada” situación. Puede sonar hipócrita, pero si volviera a nacer cambiaría mis lujos de occidental por poder sonreír de aquella manera en que me sonrieron a mí. Ahora ya es demasiado tarde, la vorágine del mundo desarrollado, capitalista e individualista, nos ha engullido. Mi mentalidad ‘primermundista’ no me permitiría ser feliz en un mundo donde impera la tranquilidad y el sosiego; donde el trabajo no es lo más importante. Es difícil de entender que alguien pueda ser feliz con lo mínimo. Pero no es una utopía. Hay un lugar en el mundo donde se vive así. ¿Quién es ahora el privilegiado?

ACTUALIZACIÓN (28-05-2006; 20:50):

Una persona que conoce la realidad de la República Dominicana desde hace nueve años me comenta que no todo en aquel país es tan idílico, y ofrece datos que nos mueven a seguir reflexionando sobre los 'pros' y los 'contras' de dos estilos de vida muy diferentes:

"Si tienes en cuenta que el sueldo mínimo interprofesional de un dominicano es de RD$ 3000 mensuales (cambio ahora con el € 41 X 1) te sale que no ganan al mes ni 75 €, el caótico transporte de Sto Domingo te puede salir a casi 100 pesos diarios para ir al trabajo, o a la Universidad. Las familias suelen ser numerosas o más bien numerosísimas. Los que pagan la luz, la pagan a precio de oro a pesar de los apagones y a muchísimos barrios no llega todos los días el agua corriente (que por cierto no se puede beber y hay que comprar agua en bidones de 15 galones). No tienen Seguridad Social y si vas a una clínica, primero te piden la tarjeta de crédito antes de curarte, si no tienes dinero... te mueres (no sería el primer caso). De los hopitales públicos ni te hablo, si te tienen que escayolar te tienes que ir a la farmacia a comprar las tiras de escayola. Y otra cosa, de esos niños sonrientes, si los llevas a pasar un exámen médico, el 99% te dirán que están desnutridos, el 3% con IVH y el resto tendrán parásitos intestinales. En Dominicana hay como 2 millones y medio de jóvenes, y 1 de cada cuatro mujeres entre los 15 y 19 años está embarazada".

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Cerrado por vacaciones

Todos nos merecemos un pequeño descanso y después de cinco duros años ha llegado mi hora. En unas horas estaré viajando hacia un lugar donde el sol quema durante todo el día y el ron corre como ríos. Este blog se va a quedar huérfano durante una semana, pero no pongáis en duda que a la vuelta nos veremos. Un saludo.

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Esquerra boicotea a Cataluña

Esquerra Republicana, con Carod, Puigcercós y toda la fauna que la componen, continúa actuando como el perro del hortelano. Sí, eso es, ni come ni deja comer. No les gusta el Estatuto porque piensan que está descafeinado (qué curioso que el PP piense lo contrario, ¿no será que se ha encontrado un equilibrio?), protestan por el pacto alcanzado 'in extremis' con CiU y, en su pataleta de niño caprichoso, ponen en un serio aprieto al Gobierno de Maragall. Después de sus continuas indecisiones, ERC adelanta que pedirá el 'no' al Estatut en el referéndum que se celebrará el 18 de junio. Es decir, rechazará el proyecto que se había convertido en el mayor reto de la legislatura para la Generalitat, ese estatuto que tanto necesitaban los catalanes,... o al menos eso decían los republicanos.

Ahora votan 'no'. ¿Por qué? Pues sencillamente porque sus exigencias no se han escuchado y, sobre todo, porque este estatuto lleva la firma de Convergència i Unió, que supo tender la mano al PSC y a Zapatero en un momento en el que necesitaban un interlocutor más moderado que el partido de Carod. Celos, inmadurez, irresponsabilidad,... ¡vaya combinación para un partido político que dirige nuestros destinos!

Por coherencia política, ERC debería abandonar la Generalitat, porque no tiene ningún sentido que un partido con responsabilidades gubernamentales se convierta en uno de los máximos obstáculos para que esa administración cumpla con sus objetivos. Aunque, claro, hablar de coherencia y de ERC al mismo tiempo resulta un sinsentido. Promueven el Estatut, calientan la sangre de media España con sus salidas de tono innecesarias y, cuando consiguen el texto estatutario más avanzado de la historia española, se dedican a bombardearlo para que CiU no se lleve las medallas. Todo un fraude a sus votantes más moderados y al resto de Cataluña. Señores de Esquerra: dejen de hacer el gamberro y pónganse a trabajar. Su amada Cataluña se lo agradecería. Seguro. Y el resto de España, también.

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¿Cómo volver a ser necesarios? (y III)

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4. En un mundo en el que la información se multiplica y los medios difunden sus noticias con una facilidad pasmosa, la sociedad se transforma en un receptor constante. Como consecuencia, asistimos al nacimiento de un nuevo término: la 'infoxicación', en palabras de Pepe Cervera, autor del blog Retiario. Este concepto se refiere a la avalancha de informaciones con que nos bombardean los medios de comunicación a diario, una tendencia que se acentúa con el desarrollo de internet. Esta situación presenta un problema para la profesión, puesto que cada vez cuesta más retener la atención del público sobre el producto que le ofrecemos. Así pues, la solución a la dispersión de las audiencias pasa por la especialización de los periodistas, otra de los retos que tendremos que afrontar los futuros profesionales: ya no vale que sepamos algo de muchas cosas, ahora se requiere que conozcamos mucho sobre algunos temas concretos.

5. Compartiendo mesa con Cervera, las II Jornadas de Periodismo Digital del CEU también contaron con la participación de Adriano Morán, conocido por su blog Jabalí Digital y miembro de Informativos Telecinco.es. Su aportación al debate sobre cómo salvar la profesión fue clara: “Hay que emprender, crear nuevos productos originales”. La introducción de la tecnología digital ha brindado a los periodistas una incalculable oportunidad para innovar. La libertad de la red, así como las facilidades para publicar informaciones propias, ofrecen una salida para todos aquellos periodistas que, o bien están desengañados por las miserias del periodismo, o bien quieren probar nuevas experiencias profesionales. Como colofón, un valioso consejo de Morán: “Hay que tener capacidad crítica y criterio propio”. ¿Es mucho pedir?

6. El entusiasmo de los ponentes ante el futuro que se avecina con el desarrollo del mundo virtual marcó el encuentro académico. Internet abre un amplio abanico de posibilidades para los periodistas, pero las herramientas que ofrece no tienen ningún valor si no se saca provecho de ellas. Y la única manera de hacerlo es fomentando la iniciativa individual de los profesionales. El profesor José Luis Orihuela, autor de eCuaderno, apuntó una serie de herramientas que conforman el futuro del periodismo digital: la extensión de los contenidos multiplataforma, el periodismo a la carta, la construcción de comunidades en red, la potenciación de los blogs o la aproximación de los periodistas a sus audiencias son algunas de ellas. Parece que la información digital tiene más fuerza de la que pensamos. Todavía más. Y habrá que aprovecharla para no quedar descolgados del futuro. Pues nada, manos a la obra.

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¿Cómo volver a ser necesarios? (II)

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2. El tema central de las II Jornadas de Periodismo Digital del CEU de Elche es el periodismo participativo, un fenómeno que ha supuesto una modificación de la relación entre los periodistas y sus audiencias. Con la extensión de internet, el público tiene la oportunidad de participar en el proceso informativo, tomando un papel activo tanto en la difusión de comunicación (con el fenómeno de los blogs) como en la búsqueda de noticias (con el ejemplo paradigmático del diario digital Ohmynews!). En España ya hay varias experiencias de medios que utilizan la información que les proporcionan los ciudadanos para construir sus contenidos. Es el caso de 20 minutos, que estuvo representado en el CEU por la directora de la delegación de Murcia, Tania Costa. La inclusión de blogs y encuentros digitales "hace falta" en el panorama digital, puesto que "la gente tiene preocupaciones que tienen que ser escuchadas; es un forma de fomentar el periodismo de denuncia".



3. Siguiendo en esta línea, la columnista de lavanguardia.es Eva Domínguez añadió la necesidad de que los medios cambien la visión que tienen de su público, para avanzar en el desarrollo de un periodismo cívico: las empresas de comunicación tienen la "obligación de saber qué interesa a su audiencia y comprometerse con esos intereses". Domínguez recordó algo que es obvio pero que, en ocasiones, se nos olvida: "un medio no puede sobrevivir de espaldas a su audiencia". Y es que, un periodista que no conoce para quién escribe ni cuáles son los gustos de quien le lee no puede pretender tener el favor del público. Y sin ellos estamos perdidos.

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¿Cómo volver a ser necesarios? (I)

Yo no lo viví, pero cuentan que hace años, tal vez décadas, los periodistas eran admirados por la sociedad. Pertenecían a ese círculo de profesiones que se hacían imprescindibles en la vida de todo ciudadano. Eran vistos como los mensajeros de una información que todo el mundo codiciaba; la gente quería estar informada, y para ello necesitaban a los periodistas. Ahora ya no pasa eso. El profesional de la información ha perdido el prestigio de antaño, la sociedad ya no deposita su confianza en él y, lo que es peor, el público ha dejado de necesitarle para acceder a la información. Su mundo se ha derrumbado. El papel de intermediario entre los hechos y la audiencia pierde peso debido a la irrupción de internet, la tecnología que ha revolucionado, en sólo diez años, la forma de comprender el periodismo.

Hasta ahora, los comunicadores profesionales habíamos tenido una gran influencia sobre la sociedad, pero actualmente asistimos a un bajón de la audiencia de los medios tradicionales, que se ha notado ante todo en la prensa. Síntoma de que algo no funciona. Pero todavía tenemos una salvación. Y esta pasa, inevitablemente, por volver a concitar la necesidad entre la sociedad, por atraer de nuevo la mirada de la opinión pública. Pero, ¿cómo se consigue eso?



Hay mucho debate sobre el tema de la adaptación de los medios al nuevo entorno digital y quienes lo teorizan no pierden oportunidad de dar a conocer sus claves. Las II Jornadas de Periodismo Digital, organizadas en la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Elche, están siendo, esta vez, el punto de reunión de destacados nombres de la burbuja digital que está comenzando a hincharse en nuestros tiempos. Y estas son sus recetas para responder a la gran cuestión, al gran reto de la profesión: ¿Cómo volver a ser necesarios?

1. Parece bastante obvio que internet es el futuro. Por ello, no podemos perder de vista que todas los retos van encaminados hacia la adaptación de la profesión al mundo virtual. El director de Periodista digital, Alfonso Rojo, apuntó la que creo que es característica esencial de tan revolucionario soporte: la creación de un nuevo espacio de libertad que rompe con el monopolio de los grandes grupos mediáticos. En definitiva, ahora cualquiera puede publicar, la información se democratiza y los periodistas pueden gritar (aunque todavía en voz baja) que son independientes.

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Contra la explotación, ¿proteccionismo?

David contra Goliat. La decisión de Bolivia de nacionalizar los hidrocarburos que se producen en su territorio refleja la clásica pelea del pequeño contra el grande. Las simplificaciones son odiosas, pero, para entendernos, es un ejemplo más de cómo el oprimido decide lanzar un órdago al explotador para salir de la cueva en la que le han introducido sin contemplaciones. En este caso, un país en vías de desarrollo, de la siempre maltratada Latinoamérica, se enfrenta a las multinacionales del petróleo, esas que tanto poder acumulan en un mundo dependiente del oro negro.

Con premeditación, y por sorpresa, el presidente Evo Morales ha querido acabar con su condición de explotado en una relación que se caracterizaba por la desigualdad de fuerzas. El país andino ocupa el puesto número 102 en el reparto de la riqueza en el mundo, con un PIB de 26.872 millones de dólares, una cifra muy alejada de los 1.145.078 millones de dólares de la economía española, que se sitúa en la duodécima posición. La empresa petrolera con más volumen de negocio en Bolivia, la compañía hispano-argentina Repsol YPF, tuvo, al cierre de 2005, unas ganancias netas de 3.679 millones de dólares. La otra gran multinacional que opera en el país, la brasileña Petrobras, obtuvo un beneficio neto de 6.554 millones de dólares tras el balance de 2004 (últimos datos disponibles en su web).

Si juntamos las ganancias anuales de estas dos compañías, y las comparamos con el PIB boliviano, observamos que las dos petroleras obtienen algo más de un 38% del total de la riqueza que acumula Bolivia en un año. En el caso de la brasileña, su elevado volumen de negocio se debe a la existencia de grandes reservas de petróleo en el territorio de Brasil, además de las producciones que tiene en otros países sudamericanos. Mientras, la española se ve obligada a explotar yacimientos exteriores, como los bolivianos en este caso, debido a la carencia de oro negro en el subsuelo español. Así pues, la mayor parte de los beneficios de Repsol YPF proviene de la apropiación del petróleo que extrae en otros países del mundo, casi siempre de las zonas más desfavorecidas. Y Evo Morales ha pensado que el llamado Primer Mundo ya se ha enriquecido de sobra con el petróleo boliviano y que era hora de que los beneficios de sus recursos naturales pasaran a ser suyos, no de los demás.

La nacionalización de los hidrocarburos bolivianos se sumerge de lleno en el debate sobre las injusticias de la globalización y las desigualdades entre dos mundos cada vez más separados. El pez grande siempre se ha comido el chico, pero ahora éste se rebela y reclama lo que piensa que le pertenece. Bolivia abre una vía, siguiendo los pasos de su ‘compadre’ Chávez, para que otros países introduzcan medidas proteccionistas en su economía, con el fin de salir del estado de pobreza en que están inmersos. Y una pregunta se cierne sobre todo este asunto: ¿es lícito explotar a los países pobres, negándoles su desarrollo, en nombre del libre comercio y el capitalismo sin regulación? Pero, por otra parte, ¿es justo que el Estado de Bolivia se aproveche de las infraestructuras construidas con el dinero de empresas privadas para sacar tajada del petróleo? Os dejo a vosotros la respuesta a este dilema: ¿desregulación o proteccionismo?

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