miércoles, agosto 23, 2006

Malos tiempos para ser musulmán

Un grupo de musulmanes realiza uno de sus rezos junto a una valla de pinchos colocada por los marines durante la invasión de Bagdad, en abril de 2003.

Tras la desarticulación de la trama terrorista que pretendía explotar aviones en vuelo entre el Reino Unido y Estados Unidos hay que tener ciertas precauciones. Si eres musulmán, o árabe, o simplemente lo pareces, te conviertes automáticamente en sospechoso de querer atentar contra los occidentales que te rodean. Debes soportar impávido la humillación de sentir decenas de miradas recelosas en el cogote mientras viajas en un medio de transporte o caminas por la calle. Has de ser cuidadoso y medir todos tus movimientos para evitar que la gente desconfíe de tus intenciones. Así que nada de trastear tu teléfono móvil en el tren, ni de sacar una botella para dar un trago de agua en el avión y, ni mucho menos, dirigirte a tu compañero de asiento, árabe como tú, en vuestra lengua materna. Si no sigues estas reglas, te arriesgas a que el resto de los pasajeros se niegue a volar contigo, a que el avión vuelva al aeropuerto y a que te detengan bajo la acusación de tener "comportamientos inquietantes". Ah, se siente, haber nacido en esta parte del mundo. Tienes que asumir que Occidente ha abierto la veda de la islamofobia.

Ironías aparte, nos enfrentamos a un grave problema de convivencia entre dos mundos que cada vez confían menos el uno en el otro. El choque de civilizaciones que predijo Huntington ya está aquí, nos ha invadido sin remedio, nos guste o no. Los terroristas han conseguido uno de sus objetivos principales: atemorizar al mundo occidental. Y, de paso, también han logrado acrecentar la brecha que divide a Occidente de la civilización islámica. Este choque ya no es una idea abstracta, es algo real, algo cotidiano que se percibe en la calle.

Si no, que se lo pregunten a los musulmanes que tuvieron que abandonar un vuelo en el aeropuerto de Málaga porque varios pasajeros rechazaron volar junto a ellos, simplemente porque sus palabras en lengua árabe les sonaron amenazadoras. También sienten la desconfianza de sus conciudadanos los musulmanes europeos, que, tras décadas de convivencia pacífica, tienen que pedir perdón por profesar la religión que reclaman para sí los radicales islamistas. El último capítulo de esta historia que se prevé extensa se produjo ayer en Holanda, cuando el piloto de un avión solicitó permiso para volver al aeropuerto de Amsterdam, escoltado por dos cazas, porque sospechaba que dos de los pasajeros eran terroristas. Su error fue utilizar un móvil. Doce personas continúan detenidas. Si hubieran sido blancos nadie se habría inquietado por su comportamiento.

Debe ser complicado ser árabe en los tiempos que corren. La amenaza terrorista nos ha convertido a todos en víctimas de la cultura del miedo que tanto le gusta extender a los poderosos para lograr controlar nuestros movimientos, actos y pensamientos. La dicotomía musulmán-terrorista ha cuajado, para desgracia de los millones de ciudadanos de este mundo que siguen a Alá sin compartir los preceptos de los extremistas. Se ha repetido hasta la saciedad que el islam no es sinónimo de violencia, que la radicalización de la 'yihad' es fruto de unas mentes perversas que interpretan el Corán a su modo. Pero continuamos teniendo miedo a todo lo que suene a musulmán, lo que vuelve a demostrar que el ser humano es más pasional que racional.

Es una victoria de los terroristas y una derrota para la Humanidad. Han conseguido que la seguridad prime sobre los derechos y la libertad. Nos han metido en el miedo en el cuerpo, para regocijo de nuestros gobernantes occidentales, que tienen vía libre para ejercer el control sobre la sociedad que siempre han codiciado los poderosos. Pensemos con la cabeza, y no les demos el gusto, ni a unos ni a otros, de convertir este planeta en un mundo gobernado por el recelo, la desconfianza y el miedo.

ACTUALIZACIÓN (25-8-2006; 10:45):

Las encuestas comienzan a confirmar la impresión de que los musulmanes son el nuevo enemigo público número uno para los occidentales. La mayoría ve al islam como una amenaza. Concretamente, según una encuesta publicada por el diario inglés Daily Telegraph, el 53% de los británicos consideran que los musulmanes representan un desafío al sistema construido por Occidente. En España no tardaremos en ver nuevos sondeos de opinión con datos similares.

8 comentarios:

Juan Haldudo dijo...

Más que "choque de civilizaciones" creo que es un choque entre una visión teológica y teocrática frente a una laica y democrática. ¿Alguien podría decirme cuántos países de mayoría musulmana son plenamente democráticos? Por que en Irlanda o en Finlandia la religión tiene un peso importante (incluso con una asignatura en sus planes de estudio, lo que como ateo me aterra) pero el respeto a la diferencia es plena. Sinceramente, sé que es cierto que no todos los musulmanes son radicales, como tampoco todos los católicos ni todos los judíos pero lo que sí que me escama son las simpatías hacia ciertos "movimientos de resistencia" léase Hezbolla o Hamas. Y creo que es un error que desde la izquierda seamos tan tolerantes o tengamos una actitud tan laxa hacia ellos. El enemigo de mi enemigo no tiene por qué ser mi amigo. Y por el hecho de que se opongan a los yanquis no debe hacernos olvidar cuáles son sus fines. Creo que cometemos un error dándoles excesivo pábulo, ¿os imagináis que hubiera pasado en los años 30 si las izquierdas no hubieran combatido a los nazis sólo porque éstos usaban las palabras "socialista" y "trabajadores"? Pues viene a ser parecido.
Por cierto, según he leído en El País y en otros El portavoz del cuerpo de policía militar -Marechausse-, Rob Stenakker, confirmó los arrestos, pero dijo que "debido a la investigación" no podía precisar datos ni sobre la identidad de los detenidos ni de las razones." ¿Por qué éstas declaraciones tienen menos credibilidad que las efectuadas por un periodista, aunque sea de la Fox (que es quien afirma lo del uso del móvil)?. No seamos parciales, o al menos, reconozcámos que damos opinión y no información.
Un saludo.

Mario Toledo dijo...

Buenas, Mikel, yo es que soy muy crítico con la civilización occidental, me parece que somos bastante hipócritas al arrogarnos la creación de una serie de derechos que luego, cuando llega la hora de la verdad, nos pasamos por el forro. Si los creamos y luego no los respetamos, ¿de qué sirve que estén reconocidos en nuestras constituciones?

Creo que el actual enfrentamiento entre civilizaciones no debe ser entendido en términos de buenos y malos, blanco y negro, la libertad contra la tiranía,... eso es lo que pretende hacernos entender el "líder" de nuestra civilización, George W. Bush, porque sirve a sus intereses de dominar el mundo. No creo que nosotros, Occidente, representemos una visión laica y puramente democrática frente a los enemigos de la libertad. Quien mueve la geoestragia mundial en estos momentos son los neocon estadounidenses, radicales cristianos que se creen llamados a realizar una misión divina, a parte de moverse por intereses económicos. Cuando la religión y la economía dominan las mentes de los poderosos, mal vamos,... y es lo que está pasando en el imperio americano y, por extensión, en sus satélites, Europa entre ellos. Y sobre la democracia, ¿Guantánamo es democracia? ¿las cárceles ilegales? ¿el pucherazo de los Bush en su primera elección? ¿las mentiras para justificar la invasión de Irak? ¿los misiles de Israel sobre la población civil son democráticos? No, vivimos en una sociedad basura e hipócrita.

Y, por supuesto, esto no quiere decir que justifique las acciones terroristas, esto no es "o estás conmigo o estás contra mí". Los que criticamos las deficiencias de la sociedad occidental no elogiamos a los regímenes teocráticos ni a las organizaciones radicales musulmanas, precisamente porque engolaban y amplifican todo lo que criticamos de Occidente. Si no estamos de acuerdo con las acciones de nuestros gobernantes occidentales por estar movidas por los intereses, menos todavía lo estamos con los actos de los radicales islamistas y otros grupos convertidos en enemigos de Occidente. Pero no por ello vamos a defender nuestra sociedad imperfecta. Criticar una cosa no implica comulgar con su contrario, es de maniqueos pensar así. Así que espero que no me metas a mí en el saco cuando dices que somos tolerantes y tenemos una actitud laxa hacia los movimientos radicales por ser enemigos de los imperialistas; creo que nunca he dado eso a entender, más bien al contrario, en cualquier asunto siempre me gusta ser crítico con todas las partes, por lo que te decía antes, no hay blancos y negros absolutos.

Un saludo, y perdón por la extensión del comentario, pero es que las cosas deben quedar claras. Nos leemos.

Juan Haldudo dijo...

Empiezo aclarándote que, desde luego, no te incluía a tí en particular mas bien es una queja a lo general. Vengo observando que entre muchos que critican a la iglesia católica por sus nefandas actuaciones y por hocicar en asuntos como el matrimonio civil homosexual, tienen una actitud comprensiva y tolerante ante grupos como los citados, lo que me parece demencial. En todo caso, espero no haberte ofendido pues ni de lejos era mi intención. Respecto a los neocons, Jorgito Arbusto y los intereses occidentales (desde Francia y sus intereses en el petróleo de Guinea Ecuatorial a Australia en Timor Oriental) poco se puede añadir. Excepto que en los EEUU y aunque le pese al asesino Bush y sus secuaces, el sistema judicial funciona y aunque tarde, le acabrá por pasar factura. Dudo que al presidente de Irán vayan a señalarle la más mínima falta. O que alguien señale responsabilidad alguna a Isamil Haniyá, toda vez que su partido es parte de Hamas. Por ejemplo.
Un saludo.

Mario Toledo dijo...

OK, Mikel, es que constantemente, cuando criticas las carencias de los sistemas democráticos de Occidente, parece que tienes que aclarar que también estás en contra de los regímenes tiránicos de Asia Central y el Magreb y las pseudodemocracias sudamericanas, porque si no te tachan de terrorista y enemigo de las libertades, y en la mayoría de los casos no es así, ni mucho menos. No lo digo ya por ti, sino por aquellos con los que no se puede conversar tranquilamente.

Y sí, tienes razón, menos mal que por estos lares la Justicia puede poner coto a los desmanes de los gobernantes.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo he sido testigo recientemente de una humillación a unos árabes en el aeropuerto de Roma. es lamentable. Un abrazo, Zucco.

El Cerrajero dijo...

Se echa de menos en el mundo musulmán una crítica enérgica contra el 'terrorismo islámico' y muchos no sabemos si no es porque en el fondo se alegran con la exterminación de infieles.

¿Nos lo explicas?

INASEQUIBLE AL DESALIENTO dijo...

je,je,je...enhorabuena por la demagogia; sí, los musulmanes están jodidísimos en Occidente, no gozan de ayudas públicas para hacer mezquitas, los españoles no se ven obligados a tragarse sus tradiciones y su historia para no ofender, no cambian el calendario laboral español para el ramadán, los infieles no permiten que las niñas vayan al colegio vestidas de fantasmas, en los colegios no se imparte la maravillosa, pacífica e igualitaria doctrina islámica...


Ya está bien de mamoneo progre...sólo hay que ver la libertad de la que se goza bajo los imanes, lo bien que tratan a los cristianos y a las mujeres en los paises musulmanes, y la tolerancia que muestran los barbudos ante quien se les opone

Viva Europa y su identidad !!

Anónimo dijo...

No podemos ser comprensivos ni tolerantes frente a quienes cercenarían todas nuestras libertades en caso de tener la oportunidad. La religión islamica es INTOLERANTE por su propia naturaleza. El que come cerdo, lleva a su mujer con minifalda, educa en la igualdad a sus hijas etc es inaceptado en diferentes grados que van desde la condena pública a la muerte.

Alguien piensa como se tomarían el matrimonio entre homosexuales en los paises islamicos? Ah no, allí se castiga la homosexualidad con la pena de muerte.

Es una religión intolerante, excluyente, cruel, salvaje, tiranica, machista, demagoga.

Dejad al lado la iglesia catolica, no tiene nada que ver con este atajo de miserables, mentirosos, obsesos sexuales, sádicos, criminales y podría seguir hasta aburrirme yo.

Paro aquí para no aburriros a los demás.

Y olé.