lunes, julio 16, 2007

Madrid, contaminación y saturación... de calidad

Aquí tenemos un nuevo estudio inútil, con valoraciones subjetivas y conclusiones grandilocuentes que se basan en los tópicos de siempre y ahondan poco en la realidad. Se trata de un informe realizado por la revista Monocle Magazine y publicado en el diario Herald Tribune, donde se sitúa a Madrid como la décima gran ciudad del mundo con mejor nivel de vida (¿?). No niego que Madrid, comparada con otras grandes ciudades europeas y americanas, sea una buena ciudad para vivir... por algo he puesto el huevo aquí. Pero de ahí a colocarla entre las capitales con mejor calidad de vida va un trecho.

Porque este estudio aparece cuando acabamos de enterarnos de que Madrid supera en un 26% los límites de nitrógeno soportables para nuestros pulmones; que es una de las 30 ciudades más caras del mundo; que sí, prosperamos, pero a costa del empleo de los jóvenes y de olvidarnos de comprar una vivienda;...

Madrid está entre las mejores ciudades para vivir, sí,... siempre y cuando trabajes al lado de tu casa y no tengas que esperar una hora a que el tren arranque en los túneles del Metro, o no te quedes atascado entre miles de coches cada vez que caen unas gotas de lluvia. El estudio valora el bajo precio del transporte. ¡Sólo faltaba! 40 euros por un abono transporte no es mucho dinero, pero si tenemos en cuenta la calidad del servicio es más de lo que deberíamos pagar. El metro se avería, los autobuses se colapsan y el Cercanías pasa con una cuestionable 'regularidad'. Ése es el estado real del transporte madrileño.

Por no hablar de la sanidad, con los servicios de urgencias de los grandes hospitales permanentemente saturados; o de la delincuencia, con navajazos todas las madrugadas, robos en el metro cada vez que algún incauto se descuida o asaltos a viviendas sin que la policía mueva un dedo por evitarlos.

Pero no todo son quejas. Nos llenamos los pulmones de nitrógeno, nos cuesta comprar una casa, el transporte es un infierno y estamos expuestos a unos delincuentes que quedan impunes, pero eso sí, como dice el informe, aquí tenemos "una efervescencia cultural y un estilo de vida de 24 horas". Todo sea por tener un un rato para tirarnos al sol en El Retiro, por los museos y la oferta teatral y de conciertos musicales, por las cañas, la sangría y los bocadillos de calamares y, en definitiva, por la fiesta... y olé. Así nos ven, todavía hoy. La pregunta es: ¿somos así en realidad? Quizá. Tercermundistas, pero contentos.

1 comentario:

Maldita_Rebeca dijo...

desde que vivo aquí, duermo mucho menos, tengo mucho menos tiempo para mí, los mocos negros, mi tasa de alcohol en sangre ha subido, un zumbido permanente me ronronea, incluso mi olor corporal ha cambiado...
¿Somos así en realidad? Pues a lo mejor...ya lo dice la canción En Antón Martin hay más bares que en toda Noruega, y siempre hay algo, siempre hay gente, siempre hay vida...