Mucho se ha hablado de la previsible defunción de los medios tradicionales y, sobre todo, de la prensa en papel, como consecuencia del ascenso imparable de la audiencia de internet. Ya sólo quedan unos pocos románticos que nieguen la evidencia, aunque todavía se puede escuchar aquello de “no cambiaré la magia de leer un periódico en papel por leerlo en una pantalla; tocar el papel… es algo… inexplicable”. Sí, es algo… ¿mágico?... pero dejará de ser práctico. Y en el mundo en que vivimos se impone la practicidad. Así que, doy 20 años para que el periódico en papel se convierta en un objeto de coleccionistas. De hecho, ya tiene sus sustitutos.
La conversión del papel en pantalla es sólo uno de los retos que tienen por delante los medios de comunicación. La esperanza de vida del papel es el centro del debate, pero no el único cambio al que tendrá que adaptarse el periodismo para poder seguir siendo un referente para la sociedad. La periodista Eva Domínguez recoge todas las novedades de este debate en el especial El futuro de los medios, que ofrece elpais.es.
La novedad más relevante que está introduciendo la digitalización de los contenidos periodísticos se encuentra en el protagonismo que empiezan a asumir los públicos. Hasta ahora, el papel de la audiencia de los medios se reducía a un simple porcentaje de ‘share’ o, como mucho, un pequeño espacio en las cartas de los lectores. Frente a esta actitud pasiva, la red ofrece interactividad, la posibilidad de que el público influya en los contenidos.
De ahí que los medios digitales se hayan visto obligados a fomentar la participación del lector, brindándole espacios donde pueden expresar su opinión, vía chats, vía encuestas o a través de los comentarios. El defensor del lector pierde parte de su sentido porque la audiencia ya es madura y no necesita que un tercero le defienda; tiene sus propios instrumentos para hacerlo por sí misma. Sin olvidarnos del complemento que supone el periodismo ciudadano… aunque, eso sí, sólo como complemento de la actuación del profesional, nunca como sustituto.
Este punto ya está superado. Pero todavía queda algo muy importante: acompañar la conversión digital de un modelo que permita que los profesionales de estas nuevas tendencias puedan vivir de su trabajo. En otras palabras, el periodismo digital sólo se podrá impulsar en la medida en que se configure como un negocio rentable. Y, de momento, sólo hay un método para lograr eso. Sí, la publicidad. Un aspecto en el que la red está todavía en pañales. En este momento, los tiros van por la ‘publicidad 360º’, que debe dirigirse a un público objetivo personalizado evitando los modelos agresivos que nos producen rechazo. Así que, según esto, se debe terminar con las incómodas ventanas emergentes y fomentar el interés de la audiencia por consumir publicidad.
En definitiva, hemos llegado a un punto en el que la adaptación digital ya no es sólo una posibilidad para los medios, sino que es algo más, una necesidad. Los avances tecnológicos que vienen dejan sin argumentos a quienes todavía defienden la supremacía del modelo tradicional: el e-papel, la televisión móvil, la interfaz líquida,… La era periodístico-digital ya no es un futurible… estamos dentro. Ahora sólo queda aprender a moverse en ella.
miércoles, abril 19, 2006
El futuro ya está aquí
Publicado por Mario Toledo en 14:08
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1 comentario:
Patrizia, tienes razón en que los periódicos en papel no van a morir, pero sí serán cada vez menos leídos por la gente porque habrá otras maneras de estar informados. De hecho, ya está pasando, las audiencias de los periódicos tradicionales llevan años bajando, por ésta y por muchas otras razones.
Me ha gustado lo que has dicho sobre el olor de los libros, para mí también es uno de los mejores olores que podemos percibir. De hecho, siempre que cogo un libro nuevo tengo la manía de poner la nariz mientras paso las hojas rápidamente. Para mí es uno de los placeres de esta vida...
Un saludo.
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