Nos hemos acostumbrado a las continuas subidas del precio del petróleo, tanto que ya no nos impresionamos cuando abrimos el periódico y nos encontramos con que el barril de brent cuesta 74 dólares. Es una cifra más, ¿no?... Pero, ¿y si lo comparamos con los precios de hace unos años? En el año 2001, en plena crisis del 11-S, el barril de brent cotizaba a 25 dólares. En 2003, con la guerra de Irak, el precio subió hasta los 30 dólares. Poco después, la crisis de la petrolera rusa Yukos puso el oro negro a 40 dólares. Y, a partir de ahí, subida imparable. Entre 2001 y la actualidad, el crudo se ha revalorizado en un 196%, es decir, casi ha triplicado su precio. ¿Es para preocuparse o no?
Pongamos un poco de perspectiva histórica en el asunto: durante la famosa crisis de 1973 la economía mundial se vino abajo cuando los países productores de petróleo, asociados en la OPEP, decidieron aumentar los precios del crudo y embargar el suministro a Estados Unidos e Israel, entre otros países occidentales. En el momento de máximo apogeo de aquella crisis, el barril cotizaba a 12 dólares... y el sistema se hundió. Ahora lo tenemos a 74, y subiendo. El pasado domingo se superó por primera vez la barrera de los 70 dólares, un día después llegó a 71, otro día y 72, y se encareció dos dólares más al cerrar las bolsas la noche de ayer. Nueve máximos consecutivos en total. No hace falta dar más cifras para darnos cuenta de que tenemos un problema. Y lo que es peor: no hay ninguna solución a la vista.
No es por ser agorero, pero, inevitablemente, nos vamos a ir a pique. Nos habíamos acostumbrado a vivir bien, pero llegan malos tiempos y hay que encararlos antes de que se nos echen encima. Ha llegado el momento de tomar medidas, porque la tan temida escalada de precios de nuestra principal fuente de energía ya ha llegado. Pero, ¿cómo? Una buena idea sería invertir el dinero que va a asuntos militares en impulsar la investigación de energías alternativas. Que nos quedamos sin petróleo es algo sabido por todos, por lo que resulta incomprensible la pasividad de las grandes potencias en esa materia. Sí, ya lo sé, la industria petrolera tiene mucho poder, también la armamentística, y nos gobiernan los conservadores estadounidenses,… así que acabo de plantear una utopía.
Muchos ya previeron que esto pasaría cuando sonaban tambores de guerra en Irak, pero la maquinaria bélica no atiende a razones y aquí tenemos la confirmación de que aquella invasión fue una irresponsabilidad: una guerra civil, decenas de muertos al día, más terrorismo y la energía por las nubes. Señores de la Casa Blanca, están ustedes llevando al mundo al desastre.
Y como el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, volvemos a encontrarnos con un escenario parecido al de aquellos meses de 2003. En esta ocasión el objetivo es Irán, hacia donde comienzan a enfilar los tanques americanos. Esto último todavía es una metáfora, pero, ¿alguien duda de que se convertirá en realidad muy pronto? ¡Cómo si no conociéramos todavía de lo que son capaces los 'neocon' yanquis! De un lado y de otro están calentando la escena internacional. Bush y la "diplomacia" de Rice vuelven a recordar que la fuerza es válida para acabar con la amenaza iraní, mientras Ahmadineyad se salta las resoluciones de la ONU, coquetea con la energía nuclear, arenga a sus tropas y lanza sus peores deseos contra Israel: "Será eliminado por una tormenta", fue lo último que dijo. Menudo panorama... ¿de verdad vivimos en un mundo más seguro? ¿La energía nos sale más barata, tal y como nos prometían? Mentiras. Todo son mentiras.
jueves, abril 20, 2006
Inevitable: se avecina una crisis global
Publicado por Mario Toledo en 00:10
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7 comentarios:
El problema con el petroleo es todo el poder que le rodea. Por supuesto, luego de la crisis de 1973, se pudieron haber desarrollado las tecnologías alternativas. Incluso, pues, se crearon los automóviles pequeños en Japón que consumían menos combustible. ¿Por qué no se siguió? Es un imperio el petroleo. Irak y todo lo demás gira en torno a los grandes intereses petroleros de EE.UU. y el señor Bush. Las tecnologías alternativas existen. Lo que no existe es voluntad. Me gustó tu post, me dio ganas de desahogarme... me doy más vueltas por tu blog.
Nuestras economías depende del petroleo y dependemos de su extracción. El problema es que,valga la redundancia, dependemos de unos países que están en una contínua inestabilidad. Tú mismo te das cuenta: el barril de brent cuesta 74 dólares hoy. En el año 2001, en plena crisis del 11-S, el barril estaba a 25 dólares. En 2003, con la guerra de Irak, el precio subió hasta los 30 dólares. Los conflictos bélicos solo hacen echar más leña al fuego. El grave problema es que actualmente todavía necesitamos de estas energías no renovables. Algún día se acabará el petróleo y necesitamos contar con una alternativa. Y sé que las hay, pero mientras se pueda extraer crudo, las grandes multinacionales no dejarán que se comercialice otro tipo de energías. En fin..."nos vamos a pique", desgraciadamnete. Veremos el futuro que le dejamos a nuestros hijos. Saludos.
Usted confunde coste nominal con coste real. Partiendo de esa falacia todo su análisis es pura demagogia milenarista... Aunque le parezca chocante esos precios de la energía que cita no determinan el valor de la energía sino una simple cantidad de dinero. Como sin duda sabrá, con el dinero no siempre podemos pagar las mismas cosas: su poder adquisitivo suele bajar (máxime con gobiernos interviniendo con medidas inflacio y deflacionistas). Por esto, a lo mejor la energía no era más barata hace 30 años, y de lo que estoy totalmente seguro es de que el "coste mundial" de la energía era muchísisisisimo mayor.
Así que por lo visto el que miente, en todo caso y concediéndole por ello cierta cultura, es USTED.
Lo que generará la crisis serán los planes, que ya se vislumbran, de "salvarnos" congelando precios o sólo Dios sabe que otras salvajadas de esas que gustan a la muchedumbre ignorante ver en los periódicos... Es necesaria otra fuente de energía, punto.
Salud y libre comercio
Isidoro, gracias por su apreciación, y estoy de acuerdo con usted en que el problema del petróleo no se puede resolver con medidas intervencionistas porque podría ser contraproducente para la estabilidad del mercado. No soy economista ni pretendo pasar por ello, por lo que cuando hablo de precios intento explicar una tendencia al alza que se está viviendo en el coste del petróleo, que sé que no es lo mismo que el valor real. También, claro está, el nivel de vida actual es mayor que el de hace años, y todo ha subido de precio, por lo que es lógico que también lo haga el petróleo. Sin embargo, a pesar de mis desconocimientos de economía, mirando gráficos observo que no ha habido muchos precedentes de la situación de escalada de precios (que no valor, sí) que está sufriendo el petróleo, y que, por otra parte, algo está yendo mal cuando no hace más que subir. Y ya no hablo sólo de economía especulativa o de bolsas, hablo de la repercusión que está teniendo esta escalada sobre el precio de la gasolina, algo que sí afecta directamente a los ciudadanos de a pie y que no me podrá negar que tiene alguna relación. Así que, cuando decía que la energía no nos sale más barata me refería a la gasolina y otros derivados del petróleo, y obviamente no nos sale más barata, existe un gran desequilibrio entre el poder adquisitivo general y el coste de un bien que ya es de primera necesidad. Por tanto, no creo que mienta tanto, ¿no?
En todo caso, veo síntomas suficientes de que no estamos por el buen camino. Ya dije que la solución no la sé, no es mi papel darla, aunque no estaría de más comenzar a investigar nuevas aplicaciones de las energías alternativas para tener un sustituto del cada vez más escaso petróleo.
Un saludo.
Ejem! Yo sí estudié economía (decirme economista sería demasiado). Claro que es necesario tener los precios deflactados, para una mejor comparación. Por supuesto. Claro que hay costos reales. El problema es complicado, más con todos los precios que hay en el mundo, entonces tendríamos que usar la paridad de poder adquisitivo... ¿Pero realmente vale la pena? Ahora, ¿libre mercado? No lo conozco, no existe aún, menos en lo que petróleo se refiere. A mí me parece extraño que los gobiernos que abogan por un mercado libre, pugnen guerras por mercados, como que no va. Queremos otra alternativa. Ahí hay un acuerdo. Y ya me voy que este no es mi blog. Saludos.
Yo introduciría un nuevo matiz a este debate.
Aun a riesgo de parecer simplista ¿No es demasiada casualidad que desde que los petroleros controlan Estados Unidos (el propio Bush es su máximo representante, pero otros altos cargos de la administración cono Condoleeza RIce tienen importantes intereses en la industria del crudo)los precios se hayan disparado?. Esta crisis está haciendo inmensamente ricos a los productores -idéntico coste, preciomultipliacdo por tres-. Muchas decisiones de estado -guerras incluídas - no tienen oro fín que abultar los bolsillos personales de unos pocos. A costa y por encima de lo que sea.
Temo que se produzca los que tu pronosticas en el artículo. Pero, tienes toda la razón. Desde enero este coste se ha incrementado en cuatro euros. La repercusión en las economías familiares de estos precios es terrible. Todos los días me pregunto por qué el gobierno no baja los impuestos de la gasolina. Creo que no hace falta recordar que gran parte del precio de la gasolina responde a dichos tributos.
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