viernes, marzo 31, 2006

Repensando la profesión

El futuro del periodismo pasa por internet. Ya quedan pocos recalcitrantes que nieguen las amplias posibilidades de la red para difundir información. Ya no se duda del cambio que va a suponer para la profesión la previsible generalización del uso de internet. Parafraseando al profesor Orihuela, las audiencias se han convertido en usuarios, la periodicidad ha perdido peso frente al tiempo real, la facilidad de acceso ha universalizado la comunicación, la interactividad ha transformado la relación entre los medios y su público, y el hipertexto ha modificado la forma de enfrentarse a un texto periodístico. Todo ello ofrece un sinfín de ventajas, pero claro, todo tiene sus contrapartidas y, en este caso, de momento, parece que hay una gran perdedora: la calidad.

La superabundancia informativa del soporte virtual es, además de la gran baza de internet, el mayor enemigo de la calidad periodística. Tanto es así que el gran reto que tendrá que asumir el periodista del futuro –el digital, por supuesto- será el de aumentar la calidad de sus informaciones para poder luchar en un campo repleto de competidores. Hay mucho donde elegir y, como en todo, lo que más abunda es la basura. Aunque, quizá no sea un problema sólo de internet. Sólo hace falta echar una ojeada a la prensa tradicional y hacer un poco de zapping en los horarios de los informativos televisivos para darnos cuenta de que la basura informativa campa a sus anchas por nuestros medios. Con este panorama, los futuros periodistas, digitales o no, no tendremos más remedio que sacar la escoba y la fregona para poner orden en el lodazal de la información actual.

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