martes, junio 13, 2006

Estado de exaltación

La actitud de la figura de 'El grito' de Munch recuerda a muchas actitudes vistas durante estos díasLa calle está exaltada. Los últimos días nos han dejado tristes acontecimientos, provocados, sin lugar a dudas, por el estado de crispación que promueven los partidos políticos en España. Hace una semana, el periodista Arcadi Espada era increpado y agredido por energúmenos de la extrema izquierda catalana. Espada se dirigía, junto con otros intelectuales catalanes, a un acto de Ciutadans de Catalunya, donde se iba a alertar de la radicalidad en que se está sumergiendo el nacionalismo en esa región.

Pocos días antes, un ciudadano había aprovechado una jornada de puertas abiertas en el Congreso para derramar mercromina junto a un retrato de Miguel Ángel Blanco sobre el escaño del presidente del Gobierno. Después de ser expulsado del hemiciclo explicó que pretendía simbolizar que Zapatero tiene las manos manchadas de sangre por promover la negociación con ETA.

Durante los días anteriores a la manifestación organizada por la AVT (y amplificada por el PP y la Cope), el locutor estrella de la cadena radiofónica "aconsejó" al alcalde madrileño Gallardón que no apareciera por la plaza de Colón si no quería correr igual suerte que Bono. Losantos se refería a aquella manifestación, también de víctimas del terrorismo, en la que el ex ministro fue agredido por simpatizantes de la derecha.

Los últimos casos de exaltación los está recibiendo Rajoy en sus visitas a Cataluña para defender el 'no' al Estatut. Primero fue en Hospitalet, donde los clientes y dependientes de un mercado le dedicaron una cacerolada y un abucheo acompañado de insultos; ayer fue en Granollers, en un mitin de donde Rajoy y Piqué tuvieron que salir protegidos por la policía.

Muchos de los altercados referidos más arriba han sido protagonizados por elementos radicales que hacen de la violencia su máxima forma de expresión; pero otros tantos enfrentamientos han sido obra de ciudadanos en apariencia pacíficos. Quienes así actúan no hacen más que reflejar el ambiente que se vive habitualmente en el Parlamento y en los medios de comunicación. Y es que, cuando el enfrentamiento se traslada a la calle, los debates políticos se convierten en una bomba de relojería. Los partidos políticos (también muchos medios) no están siendo responsables al fomentar la radicalización de la sociedad. Ya quedan pocos a salvo,... ¿quién no se ha indignado al hablar de política en las últimas semanas? El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El que ha hecho del insulto y la agresión verbal, la desmesura, su arma política, es el que debe responder por su responsabilidad directa en el estado de exaltación actual.

Jose M. Sánchez "Daze" dijo...

Realmente, Mario, se podrá estar de acuerdo o no con el PP, pero las agresiones, provengan desde donde provengan son injustificables. Estamos llegando a una situación que a mí me da miedo eh?No sé hacia dónde llegaremos con toda esta exaltación pero no se bueno que esto suceda. Saludos desde Elche.

Juan Haldudo dijo...

Ciertamente, me da la sensación (y cada día que pasa más) de que parece que se estuviera buscando la aparición de uno o varios grupos de extrema derecha y/o radicales de izquierda, como si el hecho de que no haya un Le Pen -en tanto que alguien que condense en torno a sí un importante número de votos- fuera un "mal" a subsanar. Acojona.
Un saludo.

Unknown dijo...

Lo más dificil para la gobernabilidad de un país es radicalización. Creo que no hay país más partido que el mío. De dónde vienen estas cosas? No sé... por ahí la globalización que viene aparentemente sin que nadie la detenga.. y hace que uno se agarre a las ideologías, a las creencias, a las tradiciones... a las razas... Ya me fui por otro lado. Saludos.

Unknown dijo...

By the way (jiji hablando de globalización)... me encanta "El Grito" y bueno... Munch... :D

Anónimo dijo...

I like it! Good job. Go on.
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