lunes, marzo 13, 2006

El conocimiento es de todos

...a la Enciclopedia Virtual Universal: Internet
De la Enciclopedia de Diderot...Cuando Diderot, en 1751, supervisó la publicación de la Enciclopedia su intención era realizar un compendio de todo el saber que el hombre había acumulado hasta el momento. La obra de éste y otros ilustrados pretendía convertirse en un vehículo útil para difundir el conocimiento entre la sociedad del siglo XVIII, una vez que Europa había salido de su letargo medieval y comenzaban a proliferar los hombres de ciencia y letras. La Enciclopedia fue la culminación de la idea básica de la Ilustración, según la cual el ser humano no era sino un ser racional que se iba realizando conforme iba adquiriendo una sabiduría más amplia.

La teoría de los enciclopedistas era perfecta: cuanto más sepa el hombre, más equilibrado estará el mundo; la razón, el raciocinio, era la felicidad. Pero era sólo eso, una teoría, ya que el reencuentro entre el hombre y el conocimiento se topó con el obstáculo insalvable de la escasa repercusión que las letras tenían sobre las clases bajas de la sociedad, esto es, sobre una abrumadora mayoría de personas.

El hombre es un ser racional por naturalezaPero el sueño de los padres de la Enciclopedia no murió por estos contratiempos. Dos siglos y medio después, la búsqueda de la sabiduría –aunque en ocasiones no lo parezca- continúa siendo una de las metas a alcanzar por el ser humano. Ya lo dijo el pensador y matemático Blaise Pascal: “Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber".

La sociedad actual ya no es la misma que la que vieron Diderot o Pascal. Su sueño de extender el conocimiento por todos los estratos sociales es ahora más posible, dada la casi plena alfabetización de los países occidentales y los esfuerzos por alcanzarla, con más o menos éxito, en el resto de zonas del planeta. Y aquí es donde Internet juega un papel esencial, un instrumento que se ha convertido en la Enciclopedia del siglo XXI.

La revolución digital ha dejado pequeña la obra cumbre de los ilustrados franceses. Frente a la exclusividad del público de la Enciclopedia, Internet ofrece un espacio al que puede acceder cualquier persona con un ordenador y una conexión (a pesar de que la brecha digital es cada vez más acusada). La capacidad de almacenaje de datos de la red es infinitamente mayor que las posibilidades enciclopédicas, favoreciendo la comprensión de cualquier campo de la ciencia o las artes. Y el soporte virtual ahorra el gran problema con el que se encontraban hasta ahora las obras compiladoras del saber: el espacio.

Los derechos de autor pierden fuerza por la participación global de los ciudadanos en la redPero, de entre todas las ventajas, hay una que resulta más novedosa si cabe, y es que, mientras que los enciclopedistas del siglo XVIII pertenecían a la élite intelectual, los del siglo XXI somos todos. Internet permite que todo el mundo participe en la acumulación de datos, en la creación de lo que podría llamarse 'Enciclopedia Virtual Universal'. Wikipedia, la enciclopedia elaborada por los internautas, es un ejemplo de esta nueva corriente que reivindica la participación social en la difusión del conocimiento. Las licencias de Creative Commons también promueven la universalización del saber, ofreciendo la posibilidad de relajar los derechos de autor para que los internautas puedan hacer uso de las ideas u opiniones publicadas por otros. Nada que ver con el restrictivo "todos los derechos reservados".

Internet ha derribado muchas fronteras, y, entre ellas, observamos que la cultura ya no es sólo propiedad de unos grupos privilegiados. Ahora es más fácil ser ‘consumidor de sabiduría’ y, lo que es más importante, cualquiera puede convertirse en ‘difusor de conocimiento’. Parece que los derechos de autor tienen cada vez menos sentido. El conocimiento debe ser universal, las ideas deben ser compartidas para seguir caminando hacia una sociedad más sabia. Por ello, no tiene sentido que una persona se atribuya la propiedad de un saber que es de todos... de todos y para todos.

3 comentarios:

Jose M. Sánchez "Daze" dijo...

bufff!! Original pero largo, muy largo. De todas maneras, no creo que seamos "consumidores de sabiduría", más que nada porque en Internet todo es relativo, se devalúa rápidamente y, como hay una inmensa saturación de información, no sabemos por dónde pillarlo. Así que...

Toni Cortés dijo...

Muy bueno, quién no tiene hoy en día una enciclopedia? Creo que es la necesidad del ser humano, el conocimiento es una de las grandes armas de la sociedad. Lástima que algunos sólo lo usen para destruir a los demás.

Sergio M. Mahugo dijo...

Joder, Mario, me parece simplemente genial el artículo. Enhorabuena, socio