jueves, marzo 23, 2006

Expectación

Toda España estuvo con la mirada puesta en el anuncio de ETA, entre la esperanza, la cautela y el escepticismoHoy ha sido un gran día, y no me podía ir a la cama sin decirlo. Cuando he salido a la calle me ha parecido ver que la gente estaba más contenta que otros días, que tenían una sonrisa en la boca y caminaban con sus pensamientos fijados en un horizonte de paz. Parecía que todos sentían eso que llaman esperanza y que tanto nos cuesta encontrar. Quizá eran imaginaciones mías, alucinaciones fruto del estado de emoción que me embargaba desde que llegaron las primeras noticias, quizás. Pero lo que sí es cierto es que se ha visto una luz al final del túnel, y la sociedad así lo ha sentido.

Pero no hay que ser ingenuos. Es muy fácil pasar de la euforia al llanto cuando el futuro depende, en parte, de personas cuya palabra de honor se ha puesto en cuestión en repetidas ocasiones. Por ello no se han visto grandes alardes de entusiasmo: los optimistas nos los hemos guardado para nuestros adentros, a la espera de la noticia final que nos haga brincar de alegría; los pesimistas han cumplido su papel de agoreros y con los pies en el suelo han advertido de que esto ya pasó una vez, y no cuajó. Tanto unos como otros estamos expectantes ante lo que pueda pasar a partir de ahora, cruzando los dedos para que el final sea el esperado. La banda terrorista ETA ha anunciado que mañana difundirá otro comunicado. Todo puede pasar. Puede ser que las esperanzas se nos vengan abajo y nos topemos de bruces contra las mismas trampas de siempre, o tal vez podamos seguir soñando con una paz que nos han negado durante más de cuarenta años.

Y ya acabo con unas palabras que he escuchado hoy en la televisíon, algo que puede resumir el sentir general tras el anuncio de tregua: "Hoy he comprado una botella de champán,... espero descorcharla pronto". Esperanza contenida. Igual que este ciudadano anónimo, hoy todos los españoles nos vamos a la cama con la vista puesta en un futuro distinto. Al menos, pase lo que pase, nadie nos va a quitar lo más grande que nos ha sucedido hoy, y es que hemos vuelto a pensar que hay una solución.

2 comentarios:

Jose M. Sánchez "Daze" dijo...

Buen despliegue informativo,Mario. Estoy (como casi siempre) de acuerdo contigo en referencia a que "ha sido un gran día". Es verdad que es una buena noticia, pero hay que extremar la cautela. Cuarenta años de dolor, angustia y sangre no se terminan tan fácilmente. Esperemos que sea el alto el fuego definitivo. Otra cosa te digo, ahora están pidiendo que la "izquierda abertzale" se implique en el asunto. Confío que esto abra la puerta a un proceso democrático Me ha hecho gracia que El Mundo y ABC publicaran que no renuncian a las armas y piden la autodeterminación. El problema viene ahora que es cuando más unidos debemos estar todos. Saludos y buen trabajo compañero.

Anónimo dijo...

"El primer paso hacia una posible paz ha sido dado, seamos cautos al dar el segundo"

Nada que objetar a tus palabras. Este es el instante dulce para la unificación de las fuerzas políticas ante esta situación.No puedo afirmar que yo sea demasiado optimista ante este tema, pero nuestro deber es ir paso a paso, con parsimonia, intentando superar los escollos que nos encontremos en una supuesta negociación.

Felicidades por tus escritos, son muy buenos y están bien documentados. Seguiré dejando caer mis ojos por estos lares.

Un saludo.

Jorge M.Quintas
http://ypiensoyo.periodistadigital.com/